Nuevamente mi amigo Carlos, pone un tema interesante en discusión. Tema muy relacionado con el anterior, pero ahora haciendo una crítica más en general al Software Libre.
Primero, me gustaría hacerle una acotación a esta frase:
¿Por qué sigue siendo el software privativo el que domina el mercado (más del 90%)?
¿De dónde obtienes esa fuente para aseverar ese número?
En esta ocasión, sí que estoy del lado de Flabio, efectivamente tiene razón en varias cosas que dice. Sobretodo cuando indica que no ha analizado bien la situación. Ciertamente que es una opinión completamente válida, pero no está basada en tantos hechos concretos como indica.
Carlos habla con soltura y asume muchas cosas «por sabidas» cuando realmente no lo son. Habla de «incomodidades», cuando no son tales. Menciona que hay que investigar mucho para encontrar aplicaciones y utilizarlas. ¿Por qué asevera esto? ¿Hay alguna fuente confiable que lo diga?.
Si estoy un poco más de acuerdo con:
lo que pasa es que el SW privativo está muy bien posicionado, tanto que ha generado un “standard”
Eso es lo que se llama un estándar de facto, no es precisamente un estándar por la calidad. Concuerdo en que la mayoría piensa en Word cuando se le habla de un documento de texto, pero no es porque el Software privativo sea mejor ni «cumpla las necesidades del usuario que no pueden ser satisfechas por el Software Libre».
La razón es sencilla, el software privativo, específicamente Windows está en todas partes, y todos nos criamos con él. Todos conocimos el computador con Windows. Si el mismo proceso hubiera sido con software libre… ¿está discusión tendría lugar? ¡Por supuesto que no!.
El problema aquí con la migración, más allá de casos particulares donde no hay alternativas, es la inercia al cambio. Es la dificultad de nuestra especie para salirnos del estado basal en el que nos encontramos.
Como experiencia personal, en el equipo de mi casa instalé Kubuntu y al poco tiempo se adaptó mi hermana y mi mamá. ¿Acaso no cumplía sus necesidades? Claro que sí, mientras no te enfrentas al problema, jamás le verás salida.
Así pues, en el escenario actual, donde la mayoría ni siquiera sabe que el hardware y software son cosas distintas, la única forma de romper el equilibrio es que lo que nos entregue el software libre sea lo suficientemente seductor para cambiarse, sin dejar de lado la importancia que es la difusión e información de las alternativas libres.