Hoy no voy a dar tips, ni tutoriales. Solo quiero contar una experiencia mía. Así es, estimados mios, tal cual reza el título de esta entrada, abandoné la senda de Ubuntu.
No es que me haya desilucionado o algo por el estilo. De hecho, par el uso que le doy a mi laptop, con Ubuntu estaba de lo más cómodo y contento, y sigue instalado en mi netbook, pero hace un tiempo que ya venía picandome el bicho de cambiarme de distro, solo por conocer, por «jugar», por ver que tan «pro» son las distros como Gentoo o Arch.
Despues de pensarlo un poco (como 20 minutos) me decidí por Arch Linux.
Al principio, me sentía casi como la primera vez que instalé linux en mi PC, algo así como 5 años atrás. A pesar de que he instalado varias distros de Linux, esta era la primera vez en años que me tocaba una instalación sin interfaz gráfica… y sin probarlo en una máquina virtual antes. Personalmente no me considero un «power user» de Linux, pero esta vez me creí el cuento y le puse ganas.
Una vez que inicié mi sistema desde el Disco de Arranque, al contrario de lo que yo creía, todo se fue por un tubo. Los pasos sonbásicamente los mismos que los de cualquier instalación de cualquier Linux, salvo el particionado de discos, que es a mano, sin wizards ni nada… pero como ya tenía mis disco particionado, solo seleccioné las particiones que necesitaba. Una vez que se instaló el sistema base, reinicias el equipo y listo, ya tienes tu consola de root para poder instalar el sistema. ̉¿Consola de root? Sip, consola de root, nada de interfaces gráficas, solo una consola… Pero esta es la gran ventaja!! Somos libres de instalar lo que queramos o necesitemos, nada de paquetes predefinidos por otros.
Como usuario niubi en Arch, reconozco que iba con la mentalidad de que todo iba a ser complicado y tedioso, pero me di cuenta de que mis suposiciones eran incorrectas e infudadas por el claro temor de meter mano por consola en las partes más delicadas del sistema.
Resumiendo un poco, Arch linux parece terrible para el usuario nobel, tener que instalar todo a mano, y desde la consola. Configurar todo en archivos de texto, y no mediante la interfáz gráfica. Pero la clave de todo es tener un poco de paciencia, y leer las wikis de Arch. Al final, después de un par de horas leyendo, instruyendome en el tema, y sufriendo un poco por la porfía de no hacer las cosas como se me indicaban, ya tengo mi sistema instalado, con entorno gráfico y todo. Todo fue mucho más fácil de lo que pensaba, y mi sistema corre más suave y fluido que antes, y yo decido que es lo que va y que no en mi sistema, como quiero que se vea,
A modo de palabras finales, Ubuntu es una buena opción para conocer Linux, a pesar de que es un sistema pesado, pero es el precio que se debe pagar para que todo «simplemente funcione», y no se requiera de configuraciones que para un usuario que recién se cambia de lado o$curo del software, suelen ser muy complicadas y tediosas. Arch, en cambio, es liviano y mcho más customizable, ya que solo se instala lo que uno quiere, y se confguran las cosas como uno quiere que funcionen (de hecho, la partición que usaba para Ubuntu ahora me queda grande). El cambio a Arch no es traumático, de hecho es bastante fluido y se aprende un poco más sobre los interiores de Linux.
Ahora los dejo, mientras se me ocurre con que apareceré por aqui la próxima vez.